lunes, 28 de septiembre de 2009

De la manito, andando en bici, ocupando media calle

Hay cosas que cuando lo ves te da la sensación de apreciarlo por primera vez. Eso me pasó este fin de semana último, en San Rafael.

Eran las 22.30 y tras cenar en el café del legendario Unishop de Libertador e Hipólito Yrigoyen, o Mitre y San Martín (las dos formas sirven porque como ocurre en Mendoza, dos calles pueden transformarse en cuatro por arte de magia urbanística), fuimos a mi rincón preferido del centro sanrafaelino: la heladería Joselín. Cerrado. Ni el gato. Será porque el frío paraliza los paladares que saborean los gustos helados. "Ok, pasaré mañana" y nos fuimos a la plaza principal, que cuando pasé por última vez, en enero de 2008, permanecía totalmente tapada por obras públicas.

Cruzamos la calle cuyo nombre no recuerdo, donde estaba la ex heladería nº1 Anahí y .... venían por San Martín o Libertador, cada uno en su bici y separados por un metro, de la manito y enfundados de rompevientos y de todo lo que pudiera asemejarlo al célebre muñequito pipón de Michelín. Doblaron y siguieron de la mano. Ambos, ocupando media calzada, sin cambiar el ritmo para nada, avanzaron hacia la calle Pellegrini, tranquilos, como si el tiempo jamás fuera veloz (¿y por qué el tiempo tiene que ser veloz?).

Tras verlos desaparecer lentamente en la oscuridad de la medianoche advertí que estaba más despistado que nunca: parado, en medio de la calle. Y no es que zafé porque no vino nadie. Zafé porque allá cuando el semáforo se pone verde, los conductores se toman todo el tiempo del mundo para apretar el embrague y meter primera. Y más a la noche, a la hora de la tradicional vuelta del perro (aunque allá en el Sur esa vuelta no es tan pronunciada como el Este, que podés estar entre cuarenta y cincuenta minutos para avanzar diez cuadras entre las 19 y 21 horas).

Lo segundo que vi por primera vez sin ser la primera vez: fue la plaza departamental (imagen). Para los que no conocen San Rafael, ¿cómo se llama la plaza principal? Les tiro cinco nombres: Alberdi, Pueyrredón, Belgrano, San Martín y Azor. Acertaron. Antes era una plaza más con un monumento de San Martín arriba de su caballo poniendo tercera. Ahora, un jardín de luces con formas arquitectónicas perfectas, dinámicas y eternas, ¿cómo es eso? Como suena, un conjunto de mini jardines rodeado de banquitos que parecen interminables, guiados por rutas de luces en el suelo y en donde todo sea posible que brille. Era viernes a la noche y si bien esa tarde fue linda, se venía la ola polar deshuesada.

Lo tercero que vi por primera vez sin ser la primera vez fue la soledad de Montecomán. Fuimos para allá para ver de cerca el escenario de todas las anécdotas de la infancia de mi suegra, que por esas cosas de la libertad de expresión, uno está condenado a escucharlo mil veces cada seis meses, hasta que se raye el disco duro del ser inconsciente.

Hacía dos millones de años que ella no iba allí y realmente sufrió. Sabía que ese pueblo había casi desaparecido desde que el ferrocarril en Argentina se convirtió en una pieza de museo, como los dinosaurios. Ella no entendía cada esquina y cada rincón de la vieja estación de ferrocarril.

Al volver quiso olvidarse de ese Montecomán y volver a vivir de los recuerdos, que al fin y al cabo en algunos casos tienen más vida que la propia vida.

martes, 22 de septiembre de 2009

Preguntas profundas para salvar parejas

No tener cable es uno de los límites económicos que te ponés en la vida de casado. Y cuando ya pasó la medianoche no queda otra que el 7 o el 9. Saquemos cuentas: 2.30 am (fuimos a tomar algo a la Arístides, volvimos, aún no tenemos sueño). En un canal, esa película que reparte balazos y noticias policiales a medio camino. En el otro, "Alguien a quien querer", de la española Lola Cordero. Ideal para verlo de a dos cuando te queda media hora de quedarte apolillado hasta que el despertador del celular a la fuerza te arranque de la garganta un "maldición, va a ser un día hermoso".

Ella tiene 25 años y en media hora deberá decidir entre tres muchachos para la primera cita. Los elegirá por su pinta -aunque todos ellos lo nieguen- y por las respuestas a las no más de tres preguntas que puedan contestar cada uno de estos jóvenes. Una astróloga y una psicóloga ayudarán con un excelente diagnóstico de "primera impresión" de todos los participantes.

El primer candidato es cinco años menor que ella; el segundo, un año más y el tercero, cuatro olds years más. Los tres coinciden en que son divertidos y que quieren una relación sincera. Tienen escasos quince minutos para conocerse: "play the game".

Ella arranca: "¿Usás boxers o slip?". Ellos siguen: "¿Qué posiciones en la cama te gustan más? ¿Sos creativa en la cama? ¿Preferís un orgasmo de cinco minutos o de cuarenta minutos?" y así más.

Se acaba el programa. Queda una pregunta para hacer. Hay que jugársela. Algo que describa lo que es la persona por dentro y por fuera. Vamos. Es la oportunidad...

"¿Adónde me llevarías en la primera salida?", dispara ella.

Del primer ladrillo al 19º

Pasó la primera cita. Se armó una linda historia. Pero no nos animamos a decirnos todo.

Aquí les dejo algunas preguntas (de un taller que viví con mi mujer), que ayudan mucho a la hora de plantearnos el "por qué pasa ésto" y "qué vamos a hacer". ¡Suerte!. Todo sea por el amor (y por el rocanrrol, vamos!):

- ¿Cómo me hace sentir tu trabajo o la actividad que vos hacés?

- ¿En qué forma vos sos un misterio para mí?

- ¿Qué importante son las cosas materiales para mi y para vos? ¿Cuáles son mis límites para conseguirla?

- ¿Cómo me siento cuando te tengo que pedir dinero?

- ¿Cómo me siento cuando nos peleamos y no respetamos las reglas que establecimos para discutir nuestras diferencias? ¿Hemos elaborado una forma sana para hablar de nuestras diferencias?

- ¿Me veo yo mismo como alguien especial para vos?

- ¿Qué cosas de mi vida aún no compartí con vos?

- ¿Cuáles son tus sentimientos acerca de mi familia?

- ¿Qué siento cuando tardo en perdonarte?

- ¿Cómo me siento cuando me decís que me necesitás?

- ¿Cómo me siento cuando no comparto lo que vos me decís?

- ¿Qué actitud tomo para devolverte la confianza cuando yo te he herido?

- ¿Doy vuelta con mil excusas para evitar pedirte perdón?

- ¿Cómo me siento cuando negué perdonarte?

- ¿Qué temas de sexo aún no me atreví a charlar con vos?

-¿Qué me resulta difícil aceptar de vos?

- ¿Acepto la relación que tenés vos con tu familia?

- ¿Tengo clara conciencia de que el vínculo con tu familia continuará después de nuestro casamiento?

- ¿Frente a qué actitud tuya me cuesta ser abierto con vos?

- ¿En qué temas me encierro y rechazo escucharte?

- ¿Qué es lo más atractivo que encuentro en vos?

- ¿Cómo me siento cuando pienso que vos alguna vez decepcionaste a otras personas?

- ¿Somos conscientes de que si nos casamos es para toda la vida?

- ¿Te escucho con atención o estoy a la defensiva por si me atacás?

- ¿En qué aspectos me cuesta confiar plenamente en vos?

- ¿Cómo me he sentido cuando en nuestra comunicación vos pusiste toda tu confianza en mi?

- ¿Cómo vivimos nuestras ansias de seguir juntos en medio de una de nuestras crisis o ante
problemas que afectaron nuestra relación?

- ¿Te acepto como sos, sin pretender cambios en busca de nuestra unidad?

- ¿Cómo hemos contagiado nuestro amor a otros? o... ¿como pareja transmitimos felicidad y amor?

- ¿Todas mis actitudes nos lleva a nuestra unidad como pareja?

- ¿Es más importante nuestro éxito personal o el éxito de nuestro matrimonio/pareja/noviazgo?

- ¿Cómo me siento a punto de comenzar una discusión o pelea? ¿Me pongo a la defensiva, susceptible y miedoso? ¿Por qué?

- ¿Qué desearías vos que yo cambie porque te produce daño?

- ¿Los celos y las sospechas inciden mucho en nosotros? ¿Por qué?

- ¿Qué acciones concretas hago para construir la unidad en nuestra pareja?

- ¿En qué casos difíciles me sentí unido a vos, aún sin felicidad?

martes, 15 de septiembre de 2009

Último momento: ¡Se puede vivir sin Google!

Para llegar a esta cuenta de blog tuve que entrar a Google. Para traducir la siguiente frase del inglés al español, también:

"El cofundador Sergey Brin (fundador de Google) ha hablado de implantes cerebrales directos. Ahora, Sergey argumenta que lo correcto es que sólo hay que conectarlo directamente al cerebro. En otras palabras, usted sabe, el alambre en la cabeza ", confesó hace poco a la publicación Technotrunc un tal Eric Schmidt, CEO del super buscador.

Cualquiera con sentido común diría que no hace falta que Google nos implante un cable en la cabeza para cliquear desde nuestras neuronas su motor de búsquedas. Ya lo hacemos de hecho, todo el tiempo.

Y cuando en la Redacción se cae Internet pareciera que volvemos a nacer, a aprender a hablar, a ...

Veinte grados, el clima ideal. Salí a la cubierta del crucero a mirar el mar.

Sí, estamos en otro planeta (en la Tierra). Sigamos.

Abajo,el café concert. Arriba, el boliche circular con los vidrios que mostraban el Atlántico y la luna llena unidas en la medianoche. Vino una arquitecta astróloga, más astróloga que arquitecta, unos ocho old years más old que yo y me dio a entender que esa era mi noche soñada. Y me tiró un boceto cuya indirecta no entendí, por lo que ella agarró el Autocad y lo pasó en limpio en un plano: "flaco, si abrís bien los ojos vas a ver cuántas mujeres te están fichando". Y tenía razón. Probé con una brasilera que tenía un corazón romántico de dibujito animado y el encuentro fue un sit com de 30 minutos,en Warner Channel. Y sí, la naturaleza había armado "la coreo", como dicen en Tinelli. Cuando volví a Mendoza, mis amigos escucharon esa experiencia vivida en tiempos de convertibilidad como si recién lo descargaran en un DVD de Blockbuster. Nunca más me subí a un crucero y creo que no lo haré hasta que el dólar y el peso jueguen al fútbol cinco con la misma cantidad de jugadores en cada equipo. Momentos donde el sueño del videoclub se cumple en la vida real. Ese fue uno.

Cerro López, Bariloche. A algunos les debe tocar de cerca. Daniel de Godoy Cruz y Susana de Las Heras, hasta ese momento nada de 2.0 entre ellos. Dicen que si bebés agua del arroyo López tendrás el nivel de amor acorde a la cantidad de líquido que tomaste. Susana lo absorbió al pie de la letra. Por alguna razón la magia de esa agua bautizó a Daniel y hoy él dirige un banco en San Luis, y con ella armaron una familia grande. Las mujeres de Las Heras tienen más chances de ser afortunadas que otras, según he visto. Dolina y Calamaro podrían aportar su versión.

Domingo de diciembre. Hasta las 21 fue un día más. De 21.00 a 21.05 .... (suena esa erección sonora que te corta la inspiración: el timbre del departamento).

"¡¡El afiladooor!!". "No, gracias", replico yo y los treinta vecinos del edificio en forma consecutiva. Jode escuchar cómo todos le decimos "no" a un hombre que sobrevive el momento. Bueno, sigamos...

21.00 a 21.05. Nos dimos las manos. Las miradas cruzadas mostraron las primeras cosechas de ese primer año de casados. El Atlántico y el cerro López replicaron su "coreo" en un escenario de amor que les estaba quedando chico: la paz de nuestras almas. Ella puso sus manos en mi anillo de boda y yo, en el suyo. La lágrima, como el afilador, se metió sin que nadie lo llamara. Sentimos que volvimos a nacer, en un vientre más grande que el Atlántico, y con ganas de explorar todo el océano de la vida, de las experiencias, de los dolores y del amor. Salimos de esa iglesia y al pisar la calle Salta volvimos a esa sensación de vida "minuto a minuto" pero con el placer de haber vivido un instante de eternidad, donde el amor es el único motor que le da razón de ser a la eternidad.

Llegamos a casa y mientras ella preparaba la mesa, yo prendí la compu para renovar la encuesta del diario.

Otra vez Google. Para ver si me dejaron algún mensaje de la Redacción y para leer las últimas noticias de Tecnología en el Google Readers.

Sí, entiendo a Sergey Brin. Con un alambre en la cabeza sería más cómodo para nosotros y para ellos. Al igual que Chávez y Néstor, con tal de robarnos toda la información los del buscador son capaces de hacer cualquier cosa.

Puede que Google nos vacíe la cabeza, pero hasta ahí llega. No lo veo capaz de descender hasta el corazón, apagar la luz y poner el DVD con los mejores momentos de la vida.

El peligro está en que hoy la vida sea más la computadora que esa sumatoria de experiencias y de instantes inolvidables.

Imagen: Arroyo López, de Bariloche, "el de los tres traguitos"

martes, 8 de septiembre de 2009

Tres palabras que desaparecieron del mapa

"Te quiero" leo en el visor de mi celular. "Yo tbien" respondo. Mi cuñado Manfredo, científico mendocino radicado en Yanquilandia, antes de irse a China para una misión de la Universidad de Illinois, contó que los chinos usan un mismo tiempo verbal para hablar del pasado, presente y futuro. ¿Cómo harán para decir "te amé, te amo y te amaré"? Quizás nunca piensen decirlo, como tampoco lo expresa hoy el diccionario español de los mensajitos de texto: ponés amor y lo que te devuelve es "años" (igual seguro que los chinos no tienen nada que ver con esto).

También ingresé "amor" en el buscador de diario UNO y lo primero que salió fue: "tu ángel de amor tienda erótica para adultos". Después le siguieron "hogar manantiales de amor" y "lanzaron una campaña contra el sida que muestra a Hitler haciendo el amor".

Subí un escalón más e intenté con Google: 209.000.000 de resultados en 0,23 segundos. ¿Y si pongo "odio"? 27.600.000 en 0, 15 segundos. Bien, parece que el amor es más buscado que el odio en Internet. Aunque no tanto así en la vida real. Es una palabra en vías de extinción. No, no estoy exagerando. Sacando el saludito de tu pareja, novia, esposa, pololo o amante, papá o mamá sobreprotector ¿en qué otro ámbito cotidiano se escucha esa palabra? Seguro que en el trabajo no. En la calle, menos. ¿Cuando Susana responde un llamado telefónico? Puede ser, pero sólo eso en toda la televisión, porque ya lo fletaron de las tiras de ficción y de informativos de la noche, como La Liga, Cárceles u otros. ¿Navidad y Año Nuevo? Puede ser, pero hace 20 años. En estas últimas fiestas no vi ni un eslogan "Navidad y amor" en TV. Puro papá Noel Shopping cash.

Seamos sinceros: por alguna razón le quitamos la licencia de transmisión de nuestras vidas al amor. "No se puede vivir del amor": sí, una frase muy linda o una descripción muy triste, aunque el amor siempre sea más fuerte. "Lo de Kirchner no es amor, es espanto", la respuesta de Google a la consulta "Kirchner+amor". Hice lo mismo poniendo "Juan Pablo 2" en lugar de "Kirchner". Respuesta: "Gratitud, amor y entrega sin límites, el testamento de Juan Pablo II". El buscador Google te anticipa las huellas vas a dejar en la historia.

14.400.000 de respuestas a la palabra "perdón" en 0,11 segundos (13 millones menos que "odio", por cierto). ¿Hace cuánto que nadie te pide perdón a vos? ¿Y vos alguna vez le dijiste "perdón" a alguien? ¿Viste? ¿Por qué será?

Para mí, hoy "perdón" es una palabra prohibida, casi convertida en un tabú. Hoy, si nos equivocamos mucho, la sociedad nos obliga a negociar en el peor de los casos y no interceder jamás, si es posible. Si yo me equivoqué siempre tendré razones para decir que el otro "es peor que yo". Por eso ya nadie quiere perdonar. Perdón no es una palabra que se lleva bien con "poder", por lo tanto si a tu alrededor alguien te quiere serruchar el piso verás en ese individuo el reflejo del anti-perdón. ¿Y qué dice Google ahora si reemplazamos "amor" por "perdón" en los casos Kirchner y Juan Pablo II, como recién?

"Duhalde pidió perdón por comparar a Kirchner con Hitler", "no habrá perdón ni olvido" y "Pide Kirchner derogar las leyes de perdón" por un lado; "perdonemos y pidamos perdón", "perdonar, el primer paso hacia la sanación" y "Juan Pablo II pidió perdón en el muro de los lamentos", por otro.

En mi experiencia personal, perdonar y ser perdonado me han servido para "que se pueda vivir del amor" (probá con eso, Calamaro). Pero reconozco que te sentís mal en el momento de hacerlo, pero después pasa, porque te agranda la cabeza, te ayuda a mirar adelante, a bajar las defensas y animarse a explorar el lado positivo de las personas y de la vida.

Tenía ganas de escribir este tema porque tengo la sensación de que existe un tabú y un muro de prejuicios a la hora de abordar el amor y sobre todo, el perdón. Pero es bueno contarlo porque hoy, más que nunca, al país y a los mendocinos nos hace bien reflotar el amor y el perdón. Es un tabú porque creemos que nunca necesitaremos pedir perdón ni que nos perdonen. Y del amor, "es algo personal", me dirás vos. Y sí, ¿no es un tabú mirarlo así? Ante cualquier duda, Google siempre te tira respuestas y la vida, una serie interminable de trabajos prácticos que empieza ahora mismo.

Y nos está quedando una palabra pendiente que también desapareció del mapa.

Google te arroja 105.000.000 millones de consultas. Esa palabra + Kirchner obtiene las siguientes respuestas: "José C. Paz: Néstor Kirchner fracción discurso campaña 2009", "José C. Paz: Kirchner y Filmus entregaron computadoras | educ.ar", "Paz Adolfo Pérez Esquivel - Noticias - Buscador Emol" y "Kirchner no busca la paz, busca el caos y ya está armando grupos de choque con Rudy Ulloa Igor".

"El Papa Juan Pablo II - El mensajero de la Paz", "La Incansable Lucha del Papa Juan Pablo II por la Paz y la Justicia", "Juan Pablo II, el guerrero de la paz, National Geographic" y "Juan Pablo II: Educar para la paz", por la segunda opción de búsqueda.

El buscador de DiarioUno.com.ar te tira lo siguiente: "La Paz y Lavalle casi duplican la mortalidad infantil de Mendoza‎", "$220 Las Vegas Potrerillos paz y tranquilidad", "Edicto - Orden Primer Juzgado Paz" y "Laura De Giuseppe fue coronada Reina de la Vendimia de La Paz 2009".

En la universidad nos enseñaron que el periodismo debe trabajar la paz. Lamento decirles que eso jamás lo vi en mi actual trabajo y en mis anteriores en Cablevisión Noticias, Diario Los Andes, FM Rock & Pop Net Mendoza, FM 100.9 y FM UTN. ¿Por qué? Porque nadie le da bola al tema. Se da por entendido que libertad de expresión + búsqueda de la verdad = trabajar por la paz. Y no es así. Los responsables de la paz en nuestra sociedad para el periodismo -al igual que la opinión pública, según creemos nosotros- son el Gobierno y a su política de seguridad y de inclusión social. Una cuestión técnica y estadística. Recuerdo a Cobos que siendo gobernador dijo una vez, cuando logró bajar el desempleo de Mendoza casi al 3%, que no entendía por qué seguía habiendo asesinatos y robos. Como queriendo decir que con sólo trabajo hay paz.

En Mendoza, los anónimos de la ONG y la gente gaucha y humilde son los que aportan su granito de arena por la paz. También todas las religiones, reconozcamoslo.

Amor, perdón y paz son palabras que recuerdo haberlas oído en conjunto en los casamientos de iglesia y civil. Tanto los curas como las juezas insisten en la relación de compromiso de las parejas, aunque los primeros son los que más profundizan estas tres palabras.

En los discursos de campaña política, al menos en el de las últimas elecciones, no recuerdo que los candidatos dijeran algo de "amor, paz y perdón" (¡ah, sí, por una Argentina en paz, Cobos presidente, vi en un afiche en Olascoaga y Martín Zapata, de Ciudad). ¿Por qué no "Luchemos por Mendoza" + "Luchemos por el diálogo" + "Luchemos por el amor y la paz"? ¿No suena más cercano a lo que quisiéramos escuchar? Igual esa fórmula, que nos atolondró durante un mes con los spots televisivos, perdió en Mendoza. Será porque en el fondo los mendocinos buscaban la paz.

No cualquiera hoy puede hablar de amor, perdón y paz. Yo solamente le creo a los niños y a las personas que sufrieron mucho. Anoche me enteré de una pareja de amigos cuyo hijo acaba de nacer con una malformación en el cuerpo. Ahora viven un momento difícil. Si después de esa experiencia, ellos me hablan de amor, perdón y paz, yo les voy a creer. A un intelectual, nunca, por discursos de horas en radios universitarias que expongan. Porque no es una cosa que empieza y termina en la ideología. El cura Contreras, que hace un año murió en Mendoza, convivió con la pobreza y los pobres. Habló y dedicó su vida al amor, perdón y paz. Y dejó huellas, porque a los mendocinos nos enseñó a estar más cerca del amor, el perdón y la paz. Y no es necesario comprobarlo en Google. Entonces, hay razones para resucitar estas tres palabras borradas del mapa.

Imagen: Resultado del buscador de imágenes de Google de las frases: amor+mendoza, perdon+mendoza y paz+mendoza.

martes, 1 de septiembre de 2009

Velocidad para ver cualquier cosa

En Mendoza el tiempo lindo es cuando estás con remera corta, caminás y no pasa nada. Y el tiempo es caluroso cuando, estando con remerita corta, empezás a chorrear gotas sudorosas. Bien, empecemos, después del tremendo calor de la semana última, el lunes por la mañana salí a la vereda como si fuese pleno enero. Fresquito se sentía. ¡Maestro, el tiempo suele cambiar! Solución: a caminar rápido. Ponés todos los caballos de fuerza en las piernas y te convertís en el ejecutivo, moderno titán: cajero automático, zapateo en la cola del cajero mientras la doña juega al tatetí con los dedos por primera vez en esa cápsula millonaria; punto muerto, primera y derechito a la plaza Independencia; cerebro invadido por la agenda laboral y doméstica del día y lo que la mirada: una suerte de clips comerciales de Coca Cola y no es que no me interese la industria local, pero si Guadalupe Gómez hubiera revivido en un afiche haciendo talca igual aceleraba. Aclaro que lo del clip comercial que circula en la mente a la misma velocidad de tus pasos en velocidad con la quinta puesta es para explicar que en esas ocasiones la cabeza abre las alas y se va, se va, se va y chau, te olvidaste hacia adónde se fue, salvo cuando llegás a la esquina de Montevideo y Mitre y se te ocurre frenar de golpe, porque allí sí o sí los coches siguen de largo como si jugaran al ring raje desde la avenida San Martín hasta la Boulogne Sur Mer.

De repente, la plaza Independencia. En la esquina de la panchería que iba en la época del Zapata si no son estudiantes, son obreros, pero siempre alguien con el pancho y la cerveza, con todo el tiempo del mundo para leer detenidamente la nueva guía telefónica.

Mientras sigo acelerado con la escritura de este texto, oyendo a Gun's Roses en Internet, paso por la Legislatura y encaro por España hacia Espejo. Lo veo, lo identifico y no lo identifico. ¿No tendría que estar en la Redacción? Sí, pero no. No siempre. Bueno. "¿Qué hacés culiau? ¿No tenés frío?", me pregunta el cumpadre. "Estoy acelerado", le respondí y seguí de largo, como si tuviese la obligación de dar dos vueltas al Lago sin dejarme llevar por la tentación de frenar para saludar a alguien, como algunas veces pasa ante esas personas que no entienden que el ejercicio físico se echa a perder cuando cortás el trote.

Sí, los ojos necesitan más fertilizantes. Una minita. Un sueñito de cinco segundos. Otra minita y su respectivo sueñito. Ya está. Sigamos. Llegué a San Martín y Lavalle, y encaro hacia San Juan. De la puerta de Las Tinajas sale una mujer.... ¡con medio choclo en la boca, hacia afuera!!!

Pará. Pará. Sí. Tuve que frenar y empezar a sentir un poquito de frío.

Ufff, vaya, transpiré un poco. ¿Por qué no te das vuelta y mirás un poco bien?

Veamos.

Claro, a esas chicas de sueños breves las había visto más lindas de las que eran. A una la alcancé a ver otra vez y me di cuenta de que había puesto al máximo el volumen de la imaginación. Y la señora del choclo... pues no era un choclo. Por suerte tenía una dentadura ideal para cortar madera y cobre, y viéndola de perfil se podía decir que era pariente no tan lejana de César Banana Pueyrredón. Per sólo eso, una señora común y corriente.

Cara de velocidad es una canción de Serú Girán. No tiene letras. Porque no puede tener letras. La velocidad y el estrés no pueden ser contenidos por la poesía porque requiere un mínimo de atención para captar la belleza.

Es verdad: con la velocidad mirás lo que querés ver e imaginar. ¿No pasa lo mismo acaso con los coches?

Puede ser que la causa de fondo de los accidentes automovilísticos sea -por parte de quienes ocasionan los desastres- el darle prioridad a mirar lo que se quiere mirar (una autopista o calle 100% para mí, vacía de conductores y peatones) y no a lo que en realidad hay (una autopista o calle llena de seres humanos adentro y afuera de los coches).

Igual se puede disfrutar la velocidad de una manera más copada y también viendo huevadas: escuchando e soñando con la siguiente canción: