De repente, la plaza Independencia. En la esquina de la panchería que iba en la época del Zapata si no son estudiantes, son obreros, pero siempre alguien con el pancho y la cerveza, con todo el tiempo del mundo para leer detenidamente la nueva guía telefónica.
Mientras sigo acelerado con la escritura de este texto, oyendo a Gun's Roses en Internet, paso por la Legislatura y encaro por España hacia Espejo. Lo veo, lo identifico y no lo identifico. ¿No tendría que estar en la Redacción? Sí, pero no. No siempre. Bueno. "¿Qué hacés culiau? ¿No tenés frío?", me pregunta el cumpadre. "Estoy acelerado", le respondí y seguí de largo, como si tuviese la obligación de dar dos vueltas al Lago sin dejarme llevar por la tentación de frenar para saludar a alguien, como algunas veces pasa ante esas personas que no entienden que el ejercicio físico se echa a perder cuando cortás el trote.
Sí, los ojos necesitan más fertilizantes. Una minita. Un sueñito de cinco segundos. Otra minita y su respectivo sueñito. Ya está. Sigamos. Llegué a San Martín y Lavalle, y encaro hacia San Juan. De la puerta de Las Tinajas sale una mujer.... ¡con medio choclo en la boca, hacia afuera!!!
Pará. Pará. Sí. Tuve que frenar y empezar a sentir un poquito de frío.
Ufff, vaya, transpiré un poco. ¿Por qué no te das vuelta y mirás un poco bien?
Veamos.
Claro, a esas chicas de sueños breves las había visto más lindas de las que eran. A una la alcancé a ver otra vez y me di cuenta de que había puesto al máximo el volumen de la imaginación. Y la señora del choclo... pues no era un choclo. Por suerte tenía una dentadura ideal para cortar madera y cobre, y viéndola de perfil se podía decir que era pariente no tan lejana de César Banana Pueyrredón. Per sólo eso, una señora común y corriente.
Cara de velocidad es una canción de Serú Girán. No tiene letras. Porque no puede tener letras. La velocidad y el estrés no pueden ser contenidos por la poesía porque requiere un mínimo de atención para captar la belleza.
Es verdad: con la velocidad mirás lo que querés ver e imaginar. ¿No pasa lo mismo acaso con los coches?
Puede ser que la causa de fondo de los accidentes automovilísticos sea -por parte de quienes ocasionan los desastres- el darle prioridad a mirar lo que se quiere mirar (una autopista o calle 100% para mí, vacía de conductores y peatones) y no a lo que en realidad hay (una autopista o calle llena de seres humanos adentro y afuera de los coches).
Igual se puede disfrutar la velocidad de una manera más copada y también viendo huevadas: escuchando e soñando con la siguiente canción:
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