lunes, 23 de marzo de 2009

Conciencias


Si todos los mendocinos hacemos un examen de conciencia, ¿acaso nos puede informar por qué cada vez hay más asesinatos, más matrimonios disueltos y más hijos huérfanos; en síntesis, más miseria y falta de felicidad?

Vamos por parte. Primero leamos lo publicamos ayer a las 23.26: "Un Falcon mató a un motociclista en Maipú y se dio a la fuga"

El del Falcon venía a las 5.30 del domingo, es decir, volvía del sábado a la noche, por Castro Barros, cuando de repente, al cruzar Perito Moreno -una calle más importante y con mayor circulación que Castro Barros- no frenó y se llevó por delante una moto que conducía un hombre de 25 años. Y tras atropellarlo, lo arrastró una media cuadra. En vez de asistirlo, directamente huyó.

¿Cuántos hechos parecidos a éste han ocurrido en Mendoza en los últimos años?

Ahora entremos en un escenario imaginario, con sensaciones reales.

El tipo del Falcon llegó a su casa. Estará pensando si la policía lo identificó o no. Guarda el coche. Va a la cocina. Come algo. Su conciencia ya la tiene colapsada. ¿A quién se lo va a contar? Díficil, ¿no?, porque podría mandarlo en cana. No lo tiene que saber nadie. 

¿Alguna vez un amigo tuyo te llamó y te dijo: "mirá, no aguanto más: maté a un tipo con el coche"? Entonces, ¿el hombre que lo atropelló y mató habrá dormido bien? ¿Qué habrá pensado al enterarse por los diarios digitales que su crimen fue publicado en los diarios, que incluso identificaron su coche? Y eso pasó en la madrugada del domingo. Ya pasaron dos días. Y es probable que no lo agarren, como pasa siempre en estos casos. Y...

¿Y la familia del motociclista de 25 años? Imaginemos verlo desde una web cam. Domingo triste. Toda una familia no cae en lo que está viendo: el hijo, el hermano, en fin, allí en el féretro. Hasta anoche estaba de lo más bien. Tenía 25 años. Toda una vida por delante, diría cualquiera. ¿Y el hombre del Falcon, acaso creés que pudo dormir una siesta el domingo mientras en la casa del atropellado se vivió un velorio?

Y van a pasar los días. Y la conciencia no lo va a borrar. Ese hombre del Falcon, supongamos el día que empiece un laburo nuevo, no podrá ser sincero y amplio con sus nuevos compañeros de trabajo porque estará ocultando un tremendo agujero negro. Todo pinta para que termine siendo un tipo resentido y miedoso, sin las cuentas cerradas de su alma.  

Cerremos este caso y vamos por más:

¿Acaso una mujer que abortó puede ponerse un vestido blanco de novia?, ¿un tipo que abandonó a su esposa apenas ella parió a su segunda hija puede decirle "te amo" a esa mujer que ayudó a quebrar ese matrimonio?, ¿un tipo que maltrata a sus empleados en el trabajo puede decirle a alguien "ojalá que te vaya bien"? (¿quién le va a creer?). Un tipo que agarró un revólver y asaltó a un taxi o remis, ¿tiene autoridad moral para considerarse un "macho", un "hombre trabajador"? Por culpa de tipos como él, el gobierno de Mendoza destinó ¡¡40 millones de pesos!!! Digo yo, ese delincuente habrá pensado alguna vez que esos 40 millones para Seguridad se podría destinar a becar a estudiantes pobres en la UNCuyo, por ejemplo?, o a proveer mejor a todos los centros de salud de la Provincia.  Se me ocurre decirte lo siguiente: ¿qué tienen adentro de la conciencia? ¿son personas realmente transparentes? Estas dos últimas preguntas también se las hago a los fanáticos abortistas, que a pesar de que el Gobierno destina fortunas para condones y métodos para no tener hijos, igual insisten con el crimen de los bebés por nacer. ¿Realmente qué tienen en sus conciencias para que también muchas de esta misma gente sean acérrimas defensoras de los derechos humanos del pasado reciente? ¿En sus conciencias no se les pasó por la cabeza las 700 familias mendocinas que esperan una criatura para adoptar? O que el Gobierno podría destinar toda esa bocha de guita que derrocha para impedir el crecimiento de la poblaciones y aún no ha puesto un mango en las parejas que necesitan un tratamiento complejo para tener hijos. Estas últimas, parejas íntegras que realmente merecen plata por parte del Estado. 

Por último, entiendo que un abogado tiene que defender a criminales. ¿Pero no sería más sincero que un abogado defensor, que sabiendo con certeza que su cliente realmente fue el asesino, le diga al juez lo que sabe y evite inventar una estrategia para que ese criminal vuelva a la calle? ¿Qué puede tener un abogado así en la conciencia? Yo, si fuese abogado, no me daría para defender a alguien que asesinó o violó. La conciencia te lo marca.

En fin. En el tema conciencia, como ven, casi todo empieza y termina en nosotros. 

La conciencia se puede cambiar. El perdón existe. La posibilidad de rectificar, también. Pero nadie quiere hacer el Vía Crucis. Ahora que estamos llegando a las Pascuas, ¿qué cara vamos a poner cuando veamos el cuerpo ensangrentado de un Dios que se hizo hombre para entender mejor al ser humano, sobre todo en las sombras de su conciencia? 

Mentalmente vamos a estar pensando en algo que nos haga zafar. O minimizando las culpas. O directamente, borrando las culpas, como si no existiera esa señal de alerta de la conciencia (la culpa) para que empecemos a hacer las cosas bien.

En lo personal, creo que por más libertad, dinero y poder que uno tenga, todo queda a la luz cuando mirás a una persona a los ojos: por más que su ideología o criterios diga que está bien todo lo que hace, si hay ausencia de paz es porque no pudo tapar un agujero negro gigante. Y entonces, esa libertad, dinero y poder apenas serán una sensación leve y efímera.

Aunque la sociedad te condene de por vida, igual se puede rectificar y estar en paz con la conciencia.

No hay comentarios: