martes, 31 de marzo de 2009

Las chauchas son afrodisíacas


Es una pelotudez rotunda. Pero pasa. Es cuando se te desordena la estima de una persona -muy bien configurada por tus prejuicios-, a partir de una frase que descoloca a todos.

Que lo diga un amigo del trabajo en un momento de catarsis humorística es una cosa. Que salga de la boca de tu suegra (que iba a primer grado cuando Mirtha Legrand terminaba el jardín de infantes) es similar a la posición desconcertante de un defensor plantado por Messi, en una de sus aceleradas que terminan en gol.

Y de paso, ella la remata así: "en casa comíamos muchas chauchas, porque la gente de las fincas se las regalaban a mi padre".

"CHAUCHA CHAUCHA: Planta parecida al llantén , mezclada con raíz de perejil, apio, borrajas y azúcar prolonga el coito y aumenta el semen" (¿de dónde lo saqué? ¡¡De acá!!!!). 

"No hay que subestimar a los defensores que dejé plantado". Tenés razón, Pulga.

Una cosa es que alguien que se crió en los '40 en un pueblito del sur sanrafaelino te diga "no por mucho madrugar se ven vacas en camisón" o "no hay mas perro que la gata y la gata no torea", pero otra cosa muy distinta es que te diga que las chauchas hacen bien al sexo y que en su casa se comía muchas, con una naturalidad como si no supiera bien lo que está diciendo. Y aquí era el punto en cuestión donde quería llegar.

Inocencia value for ever

El doble sentido es de lo que más hizo crecer la contaminación en el planeta en los últimos años. Aquí no existe un Al Gore u otro que haga campaña por la inocencia. Todo lo contrario. Desde los medios, pasando por las aulas de primer grado y llegando hasta las instancias donde menos te imaginás, el doble sentido está presente.

Ahora, ¿mi suegra también está contaminada con esa mentalidad que rinde buenos dividendos a todos quienes se dediquen a ese tema desde sus respectivos rubros, ya sean medios de comunicación, venta de preservativos o de revistas rojas, o locales para apagar el fuego de la calentura para encender la mecha que hará detonar a una familia? (¡qué pregunta larga, no?).

Estoy muy convencido de lo siguiente: mi suegra tiene inocencia. En Mendoza aún hay algunos abuelos y hasta adultos que mantienen la inocencia. Y por culpa de ella, muchas veces descolocan a otro cuando largan una papa perfectamente encuadrada en el doble sentido.

"Bienaventurados los puros de corazón porque ellos verán a Dios", dijo el Maestro.

La inocencia vale la pena. Mejor dicho, hay que recuperar la inocencia y de paso, la verdadera mirada. 


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