sábado, 16 de agosto de 2008

Juicio oral y público al acomodo

Al igual que Chiche Gelblum cuando hizo en su célebre "Edición Chiche" el juicio oral y público al ratón hocicudo, acusado de devorar los huesos de las vacas en el campo, a partir de una experiencia que viví hace dos días pienso aplicar el mismo procedimiento para juzgar algo que a los mendocinos nos molesta cuando le suceden a otros y nos maravilla cuando nos pasa a nosotros: el acomodo.

Hipótesis

Caso 1. "¿Recibió el currículum de mi hijo?". "Sí, me pareció muy bueno pero por ahora...y creo que le podría ir bien si se presenta en esa empresa". "Pero yo no tengo ningún contacto en esa empresa". "Que vaya sólo y directamente pida hablar con el director del área que quiere trabajar. Le aseguro que ellos buscan una solución y su hijo puede serlo". "A ver, a ver, ¿quién me puede hacer un contacto en esa empresa?".

Caso 2.
"Mario, ¿no conocés a alguien que me pueda ubicar en alguna empresa para trabajar?". "Para serte sincero, no. Te sugiero que analices qué empresas pueden necesitarte, de acuerdo a tu perfil, y luego presentes proyectos". "Gracias Mario. Daniel, ¿no conocés a alguien que me pueda ubicar en alguna....?". "Hola Mario, tuve una entrevista pero no sé cómo me fue". "¿Por qué no lo sabés?". "Y...porque no conozco a alguien que me pueda ubicar allí, a pesar de la entrevista".

Conclusión
: El muchacho del Caso 1 aún está buscando laburo, pero como es un recién recibido y su padre influye mucho, la conclusión es que todavía no consiguió nada. Mientras que en el Caso 2, la protagonista finalmente logró conseguir uno, dos y hasta tres trabajos. El primero fue por acomodo y los otros dos, a partir de la buena fama que se hizo + un contactito de apoyo.

Alegatos

Yo siempre fui partidario del "no acomodo". Con eso logré algo bueno y algo malo: el primero, trabajar con más ideas y visión de futuro, porque desde las entrevistas laborales siempre me fui haciendo la idea de que allí estás para ofrecerles una solución y no un problema. También, admito, algunos me reconocen por las cosas que he aportado, creo yo por esta actitud. Y respecto de lo "malo" fue que siempre me costó muchísimo conseguir laburo ya que casi nunca existe la oportunidad de hablar con "el capo" que te puede entender y a la vez tomar decisiones.

Acerca de los dos casos citados en la hipótesis, para el primero de ellos puede que se justifique la buena voluntad del padre respecto de su hijo, pero creo que demasiada dependencia de papá termina por quitarte la confianza en vos mismo y eso se nota a la hora de preguntarle, en la entrevista laboral, cómo resolverías X situación: las respuestas no convencen, ya que no demuestra una actitud que signifique una solución. Si en la vida real hasta ahora no consiguió trabajo pudo ser porque aún su papá no halló al contacto que cree él necesitar o bien, porque le cuesta decidirse a buscar un trabajo por sí solo. Mientras que en el caso B, que resultó exitoso la teoría del acomodo, yo creo que fue porque la muchacha ahora evaluada y juzgada siempre estuvo convencida de que el único camino era el acomodo pero también estuvo muy segura de sí misma acerca de que cuando el acomodo le abra las puertas, ella podrá demostrar lo que vale sin tener que chuparle las medias a su jefe próximo.

Sentencia

Conclusión positiva. El acomodo es sinónimo de oportunidad para conseguir un trabajo. Quien busca llegar por ese camino acierta en la idea (o el ingenio ) de buscar su propia oportunidad. Pero el acomodo termina en el mismo momento en que se pone la firma para iniciar el trabajo. Caso contrario es el inicio de lo que aquí se llama "puterió en el trabajo". En tanto, yo prefiero insistir en el camino de hacer proyectos para aportar soluciones a la empresa que en el fondo busca una solución a la hora de hacer una oferta laboral.

Conclusión negativa. El acomodo en sí es una injusticia (así lo he sentido) porque es la opción del menor esfuerzo y que pone en iguales condiciones al que tiene competencia respecto del que no lo tiene. Y esta perspectiva resulta óptima para Mendoza, ya que aquí vale mucho el patrimonio social, es decir, el valor de uno mismo a partir de la cantidad de gente importante que conoce. Y la conclusión final es: ¿qué pasa si llega a una entrevista "el hijo del diputado o empresario..." y un tipo común y corriente como vos y yo. La vida misma ya nos ha respondido varias veces ésto.

"Y la sentencia final es....":

- Quien tenga contactos, que lo utilice como un medio y no como un fin, porque ese fin se demostrará con la aptitud, competencia y buenas ideas

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