lunes, 6 de septiembre de 2010

1耐力1 º ª!


“Uno de mis sueños más importantes es que algún día mi papá vuelva. Pero es un sueño imposible. Ojalá yo nunca despierte. No quiero caer en la realidad de saber que él ya no vuelve más. Es triste, pero todavía lo puedo aceptar”.

Levanté la mirada para buscar a la chica que escribió esa nota. El aula de octavo año en que daba clase por primera vez estaba muy revuelto de adolescentes, que intentaban escapar de esa ratonera que se llama la clase de Lengua. Intenté pero no vi ese rostro. Era cuestión de pescarlo en ese revoltijo de caras, tizas y borradores. Me di por vencido. Miré la planilla:  estaba su nombre y apellido. Listo. ¿Para qué más?

Esa mañana fría, muy fría, desbordaba de sol congelado. Y todos, amontonados en la estufa, me suplicaban quedarse allí. No se dieron cuenta de que a sus espaldas había un sol que me miraba con ganas de reproducir una sonrisa, mínima, pero al menos para recordar que la vida puede ser bella si uno va a la escuela para reescribir esa existencia que hasta ese momento vivió plagada de claroscuros.

Al mediodía bajó el telón y a las 14 volvió a subir. Y en el segundo acto, la máquina del tiempo avanzó mil años. Ya no tenían 13 sino que 15 años. Miraban distinto. Son distintos. Entre tantas cosas dije que la ficción sirve para expresar mejor la realidad. Así lo hizo Jesús con la parábola de los talentos y del buen samaritano, entre otros. Y el color de las almas comenzó a cambiar como por obra de ficción: pasamos del drama a la comedia romántica.

Imagen: srbyte.com
A los 15 ya había visto a Soda Stereo y a Miguel Mateos en Pacífico. No sé si a esa edad compuse “Aixa”, mi primera canción, pero sabía tocar la guitarra (porque aprendí un año antes, en 1984, en el mismo secundario que fui). Pese a que en esos años también hubo muchas tardes adolescentes extremadamentes nubladas y lluviosas, si el sol no estaba afuera lo tenía adentro de mi alma, pero siempre estaba: nunca faltó luz. Si no era luz de realidad era luz de ficción que fabricábamos los sábados a la noche. Historietas y cuentos cortos, que hacía en casa, en el cuarto donde mi hermana estudió arquitectura. Música, música. Deseos. Amor. Optimismo. Ficción. Un tiempo hermoso y libre de verdad. Y con una vida por delante.

Y así volví a entrar. A compartir. ¿Qué cosa? Sonrisas, ¿te convido una? "Ok, quien termine primero el examen se lleva esas galletas con rostros smiles de frambuesa". Música, sí; canciones de amor y canciones para soñar ¿adentro de la trinchera miedosa del examen trimestral, profe? Es imposible. Pero mi SOL (ese acorde luminoso) se me escapa de las manos. No puedo. “¿Ya todos entregaron el examen?”. “Sí, profe”. “Bueno, vamos a traer la guitarra”. Never say guau guau, Oh, oh, oh, oh, the choca get excited, aha, aha ey! (¿?), Si duermo la siesta que labure mi negra. Podría beber de tus labios y dibujar el cielo en el bosque. Ey, no seas tan cruel, no busques más pretextos. Por más que tengas los volúmenes al taco, exprimiendo tus membranas, saltando como una rana.


“Espere profe: tóquelo de nuevo”. Ok, ahí va. RE: Y ahora tu padre volverá a reír, REsus4: y tu maldito novio volverá a hablar de él (LA), solo de él (MI).  Sí, ya sé. Es un lío. Ya está: se perdió hasta la coherencia y la cohesión…este párrafo se fue a la loma de cochinga.

La vida pudo, es y podrá ser bella.  A los 15 y a los 40. Porque la bella (ficción) desborda siempre, a pesar de los claroscuros que arrancan lágrimas de sangre desde los 13 y mucho antes. Es increíble los límites indescifrables de las palabras compartir y unidad


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Profe: Soy yamila de 1ro 1ra de la escuela ramponi, es muy hermoso todo lo qe escribio, realmente es un tierno usted... Yo fui una qee se llevo la sonriisa :) jajaja... Gracias por eso profe... Usted no sabe lo feo qe fue para todos escuchar el: Es nuestra ultima clace :( Ree triste... el dia del trimestraal.. lo vimos entrar por esa puerta, y dijimos: Una clase mas con el..! Gracias por tantos consejos y ayudas con las tareas jeje.. Es un profee geniiaL... habeer estado con usted fue un pribilegio..! Amee esa tonadita en la guitarra que nunca olvidare su ritmo..! Y sus cartelitos en el curso fueron lo mejor... LO ADORO FROFE MARIO ♥ Yamila Vizzioli

Anónimo dijo...
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Mario Simonovich dijo...

Yamila, gracias por tus palabras y no sabés cómo los extraño. me gustaría volver a tocar la guitarra en el curso, así que veremos si eso es posible. Espero que se entretengan con mis afiches. Durante la semana del estudiante si puedo los visitaré. Con todo afecto. Mario.