miércoles, 30 de diciembre de 2009

Una historia bizarra del 31


Después del brindis sólo hay dos formas de pasar el Año Nuevo: en casa o bailando. No existe un término medio, como lo es el cine, tomar algo o jugar al pocker con amigos. Es probable que nadie vaya a la Arístides, por ejemplo, salvo para hacer escala de un viaje cuyo punto final será un boliche o salón de fiestas.

Alguna vez Las Heras tuvo el eslogan “Puro futuro” porque el superclásico bolichero lo disputaban El Challao vs Chacras (Luján de Cuyo). Este último vendría a ser la Primera A respecto del anterior, que sería la B Nacional. De allí viene el “Puro futuro”, aunque hasta el momento Chacras sigue convocando más. Por otra parte se sumó un tercer equipo que desde hace años viene jugando la Promoción a la A, que es la avenida San Martín Sur de Godoy Cruz y sus boliches.

La cuestión es que en la última semana del año la mente proyecta la gran noche del 31 en los caminos que conducen a estos tres equipos nombrados, más otros que se incorporan esa madrugada, como las fiestas en el Hípico del Parque o en clubes de la Puntilla u otros del estilo. La cuestión es que muchos deciden ocuparse del tema después del brindis y allí arranca una nueva aventura que no necesariamente transita en la Panamericana a Chacras, la San Martín Sur de Godoy Cruz o la super autopista que conduce al majestuoso Challaolandia.


Alguna vez soñamos que Mendoza llegaba al año 2000 subida en los coches voladores de los Supersónicos. No fue así para un grupo de amigos de la parroquia San Nicolás, de la Peatonal Sarmiento. Era la clásica de los que tienen entre 20 y 30 en Mendoza, clase media categoría “sin un mango hasta que consiga un trabajo formal”. Con un superávit por bolsillo de $5, Sonia decidió contratar a una traffic para celebrar la llegada del nuevo milenio en una fiesta casera en Maipú. Sabiendo que los taxis y remises desaparecen el 1 a la madrugada, lo más óptimo y económico sería que una traffic pasara a buscar a cada uno de los 8 amigos del grupo, novedad que enfermó al chofer de ese transporte cuando supo adónde tenía que pasar a buscar a cada uno. Dos en los extremos de Las Heras, otro en un barrio escondido de Godoy Cruz, otro en Kilómetro 8 y otra en Corralitos, ambos de Guaymallén. Y así más. Hubiera sido más fácil contratar a un helicóptero o a un tren subterráneo de Buenos Aires, porque además de los 8 ñatos, la traffic tuvo que llevar a una pareja de ancianos desde Maipú -donde cenaron y brindaron-  hasta Las Heras, para luego volver nuevamente a Maipú, previa escala en los puntos descriptos. Si alguno era de Santa Isabel, límite de General Alvear con La Pampa, seguro que lo buscaba también.

Contar cómo fue el recorrido de esa traffic durante la madrugada del 1 sería un embole. Sólo les puedo anticipar lo obvio: que mientras media Mendoza celebraba la llegada del nuevo milenio en una pista de baile, estos muchachos hacían un city tour apretujado por el Gran Mendoza, con viajes ida-vuelta-ida-vuelta-ida-vuelta, a modo de ovejero alemán que se muerde la cola todo el tiempo en un pasillo estrecho.


Finalmente llegaron a las ¡¡6 am!! a la fiesta hogareña de Maipú, que nunca pudo ser fiesta.  “En una hora nos pasa a buscar”, le indicó Martín al chofer de la Traffic. El tipo se quiso cortar las partes iguales que protegía su calzoncillo, obviamente. A esa hora, los muchachos jugaron al “teléfono no se qué”, que consistía en decirse un mensaje al oído, uno a uno, sin levantar la voz, hasta que escuchar la barbaridad que terminaba expresando el último de la fila. A las 7 llegó la traffic y otra vez el interminable rally Dakar por el Gran Mendoza hasta dejar a cada uno en sus casitas.

Sacando cuentas por el tiempo que les llevó cada recorrido, les hubiera salido igual un viaje ida-vuelta a Carlos Paz desde Mendoza si partían todos juntos desde la Terminal. Conclusión: cuando no tenés un mango a veces igual te termina saliendo más caro.


Por más anuncios televisivos que veamos de fiestas de año nuevo, algunos que otros bizarros posiblemente le den la bienvenida al 2010 arriba de una traffic, o tratando de ubicar la casa de una chica que le dio mal la dirección a un tipo que la pasó a buscar por primera vez en un barrio que jamás fue, o –en último instancia, si no hay guita ni mujeres- bailando con su "sombra en la pared”.

1 comentario:

Anónimo dijo...