jueves, 5 de junio de 2008

Punk discriminado

Hace un mes, en el kiosco que está al lado del diario, pasó caminando un adolescente punk: remera y pantalón negro y el pelo hecho un serrucho eléctrico. La hijita del kiosquero se puso a llorar. Me sorprendí, aunque más tarde comprendí un poco: "así no transmiten paz", me dijo alguien muy cercano. Tenía razón: el mundo sigue siendo a gusto de los adultos, desde la vestimenta hasta los kioscos de calle Colón y San Martín, donde muchos ponen en primera plana tapas de revistas de minas en bolas (como literalmente decimos). Tampoco lo es ShowMatch o Bailando por un sueño. En fin, más allá de seguir fundamentando la discriminación a los niños en la vida pública, pensé si realmente al punk lo estaban discriminando por el hecho de transmitir una imagen que no genera paz. Yo fui adolescente y nunca se me hubiera pasado por la cabeza que un niño me viera la cara y se pusiese a llorar si andaba vestido medio rotoso o con los pelos parados.

Ayer, sin embargo, la reflexión del punk me terminó de cerrar: estaba en el super chino de la calle Colón y cuando llegué a la caja entró un pibe punk (también vestido de negro y con el pelo hecho una sierra eléctrica). El gran jefe chino, siempre en la caja, hizo una pausa en su labor de sacar las cuentas con el cajero eléctrico: su mirada echó un flechazo inquisidor en la nuca del punk y empezó a seguirlo a lo largo de todo su mercadito con esa mirada de chico malo. El punk, más pancho que empleado público haciendo tiempo para marcar tarjeta a la hora prevista de su salida laboral, sacó una cerveza de una góndola y se fue directamente para la caja. El gran jefe chino llegó primero que él a la caja y directamente le cobró. En ese pequeño lapso de tiempo, el punk abrió un caramelo del recipiente que suele usar el gran jefe chino para reemplazar las moneditas por caramelos -como muchos hacen ahora en Mendoza. El punk le pagó y se fue. El gran jefe chino por fin expiró todo el barril de aire que guardaba en sus pulmones y dijo:

_ La otra vel llevalse snaeonlakdf y no pagal.

Me puse en el lugar del punk. Pobre, la verdad es que lo están discriminando. Aunque creo que a ellos les hace bien que la realidad de vez en cuando le ponga en el rostro que ellos son distintos (o creen ser distintos, porque al fin y al cabo casi todo eso es producto de los cambios hormonales de la adolescencia, que hace confundir a muchos).

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